Entra en mi mente...

En un mundo lleno de cosas vivas y palpitantes es imposible guardar todos mis pensamientos para mi...

Es por eso que e decidido...compartirlos...

Gracias por leerme, Disfruta.

Atte Initius E. Lucis

Un gran árbol de verdes hojas... (III)

Author: Gen ~ /

Cuando todo cesó los hombres desaparecieron en la oscuridad del bosque, Bladimir se levantó y gritó:

- ¡El que viva que me siga!

Solo tres hombres pudieron levantarse y caminaron. Al salir del bosque, en un río claro y cristalino limpiaron sus heridas, descansaron, se alimentaron, lloraron la muerte de sus compañeros y cumplieron el homenaje justo a su valor y honor.

Por la tarde seguían su camino. Pasaron la noche en la ladera de una montaña, fue la noche más fría que Bladimir nunca había vivido. Por la mañana, el frío había cesado completamente y el sol hacía revivir los músculos. Cuando al fin pudo ponerse de pie, se encontró con dos de sus hombres muertos. Muertos por el frío imperdonable de la montaña. Sólo su mejor hombre, Uruz, sobreviviente por naturaleza quedó a su lado. Enterraron los cuerpos y rindieron homenaje también.

Entonces caminaron más y más, días y noches sin parar, cruzaron tantos paisajes que un hombre no podría imaginar, y vieron tantos seres extraños e interesantes como estrellas en el cielo.

Una tarde, en que casi desfallecían, cuando su comida se había acabado, no encontraban agua en ninguna parte necesitaban un refugio, ya no tenían nada mas que sus espadas y su propia piel, y el sol abrumador había sido cubierto por negras nubes de tormenta. Encontraron un simple agujero sucio entre las faldas de una montaña. Cayeron rendidos sobre la piedra sucia y fría, la tormenta azotaba los árboles y hacia crujir la piedra vieja de las paredes. Entonces Bladimir durmió, como nunca lo hizo antes.

Durmió toda la noche, y toda la mañana, despertó tan reconfortado como si hubiese dormido en su cama junto a la chimenea encendida, salió para estirarse, el sol brillaba en lo alto todo parecía resplandecer, no sentía dolor alguno, ni hambre ni cansancio, era un hombre nuevo. Su acompañante igual despertó y salió a respirar, se veía tan reconfortado como el. Decidieron seguir su camino y volvieron a la cueva para buscar sus cosas. Entonces mientras Bladimir guardaba sus cosas, Uruz habló:

- Mi señor….mi señor….necesita ver esto
- Que puede ser más importante que continuar nuestro camino Uruz?
- Mi señor, realmente necesita verlo

Entonces Bladimir se acercó a ver que era lo que llamaba la atención de Uruz, quizás una nueva especie de araña, o un escrito extraño en la piedra como tantos habían visto antes. Pero no, no era ni un ser ni una ralla, era una rendija en la piedra, una rendija por la que se podía ver un sendero, el sendero más verde que nunca se vio, con un charco tan cristalino como una copa del cristal más fino, con un cielo tan azul y puros como los ojos de la mujer más hermosa, y en el centro de todo, un árbol, un árbol tan majestuoso que toda la tierra parecía depender de él, sus hojas parecían capaces de abastecer a todo un pueblo, y parecía ocupar todo espacio entre la tierra y el cielo.

Había concluido su búsqueda infinita en un mundo no explorado jamás, habían encontrado el árbol de la vida.

Desesperados empezaron a romper la piedra con puños y pies, tardaron toda la tarde, y en el atardecer, con manos y piernas sangrantes se abrieron camino entre la piedra muerta y quebrada, hasta un sendero que conducía a las raíces del árbol. El sol enrojecido como la sangre derramada por sus esfuerzos de llegar a la gloria iluminaba el camino, respiraban esperanzas y ansias.

Pero de pronto, desde la nada un hombre, dos o quizás tres veces más grande que Bladimir, con músculos incomparables. En su mano izquierda llevaba un gran escudo de madera y una brillante espada, y en la otra un gran cuerno perlado. Bladimir no supo que hacer más que mirarlo como si fuese una gran bestia a punto de atacar, Uruz a su lado lo miraba impaciente también.

Lentamente el gran hombre levantó el liso cuerno hasta su bocaza, rodeada de un brillante, abundante y rojizo bigote, e hizo sonar el cuerno. Sonó tan profundo y fuerte que Bladimir pensó que quizás el sonido llegaría hasta su tierra. Cuando el sonido cesó, un leve instante de pura paz reinó toda la tierra. De pronto de la nada surgieron mil hombres. Mil hombres como Bladimir, armados cubiertos de gastadas armaduras. Cuando Bladimir y Uruz estuvieron rodeados y sin salida, y el sonido de armaduras y espadas cesó, todos a coro y con una fuerza impensable gritaron RAGNARÖK!

Bladimir por un momento estuvo obligado a dejar toda su hombría de lado, y rogar por piedad, pero nadie lo escuchó ni siquiera comprendieron lo que este hombre ya aterrado gritaba. Estos hombres guerreros y desconocidos, asesinaron si piedad a Bladimir y Uruz en nombre de sus dioses.

Caído en batalla, Bladimir despertó en la eternidad, confuso preguntaba donde estaba y donde estaba Uruz, Bladimir era un gran líder y nunca olvidaría a sus hombres. Dos mujeres hermosas con lanzas y montadas en caballos se acercaron a él para consolarlo en su tristeza, le dieron de beber un elixir que revivió todos sus sentidos. Las dos mujeres lo llevaron hasta un palacio, un palacio magistral. En la gran puerta de madera lo esperaba un hombre custodiado por dos lobos. Las mujeres le anunciaron en silencio que este hombre llevaba por nombre Odhinn, Bladimir bajó del corcel y se arrodilló frente a él.

- De pie hombre – dijo Odhinn. Bladimir estuvo cara a cara con él, le faltaba un ojo, y su rostro estaba surcado de arrugas y cicatrices, aún así, con un rostro tan imperfecto Bladimir puedo ver en él la sabiduría de cien ancianos y la valentía de mil guerreros.

Entonces después de mirarlo a los ojos Odhínn le recito un poema:

Cuando pisaste mis tierras, encontraste lo desconocido
cuando entraste a mis colinas, te llenaste de conocimiento
cuando caíste, viste la luz de la eternidad
y hombre Valiente que parado estas aquí...
has llegado a este sitio,
por tu valor serás reconocido
te invito a sentarte conmigo en esta mesa,
a caminar por mis pasillos de oro
y compartir el vino glorioso de mi Tierra...


Bladimir, vivió toda la eternidad en Asgard junto a todos los guerreros caídos en batalla como él, merecedores del honor de esperar el Ragnarök. Entonces al final de los tiempos cuando toda la historia de la tierra llegaba a su fin, todos los guerreros incluyendo Bladimir junto a Odhinn bajaron a luchar en la tierra de los humanos y las criaturas, pero eso es otra historia, y debe ser contada en otra ocasión.




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Dedicado a C.H.H... gracias por escucharme por comprenderme y sobre todo gracias por entrar en mi vida...

my viking... :)


Atte

Initium E. Lucis...

Un gran árbol de verdes hojas... (II)

Author: Gen ~ /

En alguna parte del camino, tuvieron que esconderse, de un grupo de hombres desconocidos que corrían sin parar, desde las sombras, Bladimir y sus hombres los observaron. Eran hombres grandes, cada uno llevaba una armadura y un casco diferente con cuernos y espadas tan largas como uno de los hombres de Bladimir. Mucho rato después, seguían ocultos en las sombras, Bladimir quería a sus hombres como a su propio hermano, y tenia que cuidarlo, llegada la noche, o eso supuso Bladimir, continuaron su camino por el frondoso y oscuro bosque.

Pasaron días y días, cruzaron bosques, ríos, lagos, bordearon montañas, escalaron y nada, el gran árbol majestuoso no aparecía. Los ánimos de encontrar la gloria decaían, y sus hombres estaban exhaustos. Una noche que acampaban, Bladimir decidió hacer una asamblea con todos sus hombres y dijo:

- Hombres, su lealtad es incondicional y lo veo, pero veo también sus caras cansadas y sin ganas, quien quiera seguirme Hágalo, quien no y desee volver a casa con su familia es libre de hacerlo. Son grandes hombres y podrán reconocer el camino a casa. Que los dioses los amparen!

Hubo una ovación inmensa que hizo despertar el bosque en esa oscura noche, celebraron la cordura y el liderazgo de su mayor Bladimir.
Por la mañana, limpiaron todo, y los diez hombres más leales y valientes siguieron a Bladimir, mientras todo el resto de valientes tomaron el camino contrario.

Pasaron mas prados verdes y paisajes hermosos, días y más días.

Entonces un anochecer, en un sendero rodeado de verdes pastos brillantes y lisos aparecieron pequeñas manchas de luz, que revoloteaban a su alrededor haciendo ruidos fugaces y hermosos. El sendero era tan largo como una ciudad, y en el camino pudieron observar que no eran solo manchas de luz, eran personas, muy pequeñas y aladas, eran hadas.

Las hadas se compadecieron de estos hombres agotados y desdichados, y les ofrecieron comida, bebida y un sueño fortalecedor. En la mañana, Bladimir y sus hombres despertaron confusos, se sentían como nuevo, pero no tuvieron ni la menor idea de porque, ya que las hadas obran pero en silencio y no dejaron que lo recordaran.

Mas adelante en el sendero, se adentraron en otro frondoso bosque oscuro, como tantos habían cruzado ya, pero este bosque tenia algo diferente, una atmósfera tranquilizadora, que hacia pensar que todo estaría bien. En lo más espeso del bosque, la oscuridad era casi total, todos sus sentidos se agudizaban y a Bladimir le parecía escuchar los corazones de todos sus hombres palpitando bajo la piel. Entonces un resplandor surgió de los árboles, se movía delante y detrás de ellos con una rapidez impensable. Bladimir y sus hombres alarmados se armaron de valor y sacaron sus espadas y hachas preparados para la batalla, pero de pronto el resplandor cesó su baile impasible y se detuvo frente a ellos entre dos árboles especialmente grandes, el resplandor bajó y todo el bosque comenzó a iluminarse de una tenue y anaranjada luz. Donde antes estaba el gran resplandor estaba ahora una hermosa mujer alta y delgada. Bladimir y sus hombres se acercaron a ella, todos embobados por su perturbadora belleza. Frente a ella pudieron observarla. Era tan alta como uno de los hombres de Bladimir, su cabellera rubia y ondulada caía sobre su pecho hasta las caderas y dos orejas finas y puntiagudas sobresalían de su cabeza, sus ojos plateados transmitían una paz increíble e iba vestida con una túnica blanca y resplandeciente que tapaba todo su cuerpo delgado, desde las mantas brillantes, levantó lentamente una mano pura y delgada y le hizo señas a Bladimir para que se acercara.

Bladimir estuvo a un palmo de ella, no podía dejar de mirar esos ojos infinitos. Pensó entonces que tanta maravilla solo podía decir una cosa, debía de estar cerca. Seres hermosos protegían la sabiduría y la gloria del árbol majestuoso. Estos son los seres hermosos. Entonces la hermosa mujer que seguía mirándolo sin parpadeo, le acarició el pelo y asintió lentamente, casi imperceptiblemente, pero Bladimir supo que iba por buen sendero. Entonces cuando abriría su boca para pedirle que lo guiara, toda la luz desapareció y todo se hundió en la oscuridad total y la mujer desapareció.

Pasaron la noche en la oscuridad alertas.

Por la mañana, se levantaron y anduvieron y anduvieron, pero el bosque infinito y oscuro no terminaba. De pronto sin previo aviso fueron atacados, se defendieron como pudieron, Bladimir no pudo reaccionar bien, entre la sangrienta lucha pudo observar que eran simplemente hombres, cubiertos de brillantes armaduras.

Un gran árbol de verdes hojas...

Author: Gen ~ /

Existen mundos en el universo donde nadie se atrevería a entrar. Midgar es uno de ellos.
Allí habitan hombres que son como lobos que gritan en el mar y la tierra y aterran a los humanos día y noche.

Pero en esta tierra de de horrores persistentes también existe algo hermoso, una luz de esperanzas para las criaturas. Un gran árbol de verdes hojas. Desde tiempos inmemoriales se cuentan historias de los hermosos paisajes que lo rodean y los hermosos seres que lo custodian. Esta tierra hermosa hogar del gran árbol se encuentra perdida en el tiempo en la inmensidad de un mar infinito habitado por criaturas inimaginables y se encuentra resguardado por gigantes de fuego en Jountusheim y gigantes de hielo en Niflheim.

En las costas de este océano sin fin existen seres humanos con corazón de guerrero, y cabellos largos rubios y trenzados y que con solo un grito atemorizan a sus oponentes.

Una de las historias mas relatadas acerca del gran árbol es que, en lo más alto de sus ramas, existe un templo donde habita un dios, que alberga a todos los valientes que merecen llegar hasta sus pies.

Existió en ese mundo un hombre, Bladimir, un héroe e su pueblo, respetado y seguido por todos.

Un día surcaba los mares del sur de su continente en busca de tesoros de joyas y rubíes. El océano estaba calmo y el viento a su favor, sus dioses lo bendecían con buen tiempo. De pronto, en el tiempo de un parpadeo, el cielo se oscureció, las aguas se agitaron y los vientos cambiaron la dirección y el sentido de todo y de todos.

Los hombres de Bladimir, desorientados no sabían que hacer, todo se hizo caos y confusión, en medio de eso Bladimir en paz y tranquilidad como buen líder, pensó, observó la escena con detenimiento y divisó a lo lejos en el horizonte, en medio de la tormenta un barco con velas oscuras y una gran cabeza de dragón tallada en la popa. Al acercarse el bote desconocido a la embarcación de Bladimir, incluso con el ruido del caos se podían oír los gritos de cientos de furiosos hombres.

Entonces Bladimir piensa, quedaba comida para pocos días y probablemente el barco no resistiría la tormenta, no quedaba otra alternativa, decide ir tras la embarcación, sus hombres, aunque temerosos lo siguen. Se lanzan al mar enfurecido en botes de rescate que durarían la corta travesía de barco a barco, pero llegan a salvo a la extraña embarcación. Abordo, Bladimir cae rendido y se entrega al sueño. Soñó con un gran árbol majestuoso, con seres hermosos y maravillas, y despertó. Entonces recordó que su padre le había contado historias sobre aquello, pero lo olvido enseguida porque llegaban a tierra y era tiempo de desembarcar.

Los extraños hombres, que solo cruzaron palabra más que para ordenar cosas, los dejaron en la playa y se alejaron en negros caballos hacia el bosque más próximo y en cosa de minutos, desaparecieron.

Luego de unas horas de descanso, Bladimir decide abordar la playa, pero por el costado opuesto a la ruta de los hombres, tenia que ser cauteloso para cuidar la vida de sus fieles y la suya propia. Caminaron y llegada la noche montaron campamento en un claro de bosque. El primer día luego del arribo en el a tierra desconocida levantaron sus cosas y guiados por su líder, emprenden un viaje de reconocimiento.

Hacia frío en todo el territorio, el sol brillaba en lo alto, mas no calentaba ni un poco.

Luego de horas de caminata sin ver nada más que árboles y claros, animales pequeños y pájaros, se encontraron parados frente a lo que parecía un pueblo.

Un pueblo que había sido devorado por las llamas, el suelo estaba cubierto de espadas y escudos, y todo estaba manchado de sangre. Recorrieron el pueblo en busca de cuerpos, vida, y víveres, pero no encontraron nada, la comida estaba seca, no había ni un cadáver, ni siquiera un indicio de lo que había sucedido por lo que siguieron adelante.

Esa noche, luego de montado el campamento, y de haber montado su turno de guardia, Bladimir, soñó con su padre que le decía:

- Hijo, estas cerca, buscadlo y dadme honor…

Entonces en sus sueños Bladimir recordó toda su infancia, las leyendas sobre el gran árbol, los juegos infantiles donde el lo encontraba y sentía la gloria, todo. Y se dio cuenta, de que esta era la tierra. Como lo supo, no podría decirlo, simplemente lo supo. Entonces decidió que irían en busca del gran árbol, y así fue. Despertó antes que el sol renaciera, y esperó ansioso. A primera hora de la mañana, partieron nuevamente.

Drama

Author: Gen ~ /

¿Y porque todo parece un sueño...?
¿y porque de pronto se torna pesadilla?
no lo entiendo...
una tormenta en mi cabeza
un tornado en mi corazon
solo necesito que estes aqui....a mi lado
solo necesito que me sientas
solo una cosa...
¿que cosa?
¿que cosas son las que cambian?
yo no entiendo
no entiendo nada
...nada es lo que parece
y aun asi
no puedo evitarlo
no puedo pensar en nada más
como quisiera...
como quisiera
que todo fuese mas que un tonto deseo
un deseo inalcanzable
como una estrella en el cielo
como una roca en el mar mas
profundo...
dime
dime solo una palabra
un susurro
una esperanza...

...



si....se que es algo pesimista pero que más da...son formas y formas de sacar cosas de mi mente...de mi corazon...

Cosas de un sueño (IV)

Author: Gen ~ /

Pues despues de eso Sara esperó noche tras noche, sueño tras sueño, una nueva visita de él, el genuino hombre de sus sueños, con su cabello brillante hasta los hombros, su rostro brillante, y su cálida respiración.
Pero no llegaba, no aparecia, y poco a poco, ella olvidaba su hermoso rostro, y dejaba de sentir su cuerpo contra el propio, no queria...no podia olvidar algo tan hermoso, tenia muy claro que era un sueño, un simple sueño una fantasia...pero...

"es mas real de lo que parece"

Se aferraba a esas simples palabras cada noche antes de dormir, y cada mañana al despertar...

"Es mas real de lo que parece"

Pero nada, su corazon nuevamente se llenaba de tristeza agobiante y pesada, nuevamente sentia el mundo sobre sus espaldas, su unico escape desaparecia lentamente de su memoria, inconcientemente su hermoso rostro se deformaba dejando una vaga sombra, y su calidez se convertia en un suspiro que desaparece en un segundo.

Luego de dias y dias, y semanas y meses, el único recuerdo que quedaba de su amor, de su hombre perfecto era ... "es mas real de lo que parece", cada noche, seguia repitiendolo sin cesar, pero sin sentido aparente, solo...se habia convertido en un respiro de esperanza, en algo por lo que valia la pena seguir despierta. Pero ella ya no esperaba nada, mas que un suspiro.

Una noche, especialmente fria y neblinosa, Sara regresaba de su dia normal, preparó un baño caliente y estuvo ahi un par de horas, luego lentamente cepillo su largo y sedoso cabello negro, se miró detenidamente al espejo, algo sucedia dentro de ella, revoloteo interior, como miedo, o ansiedad, pero sin sentido...

Esa noche, olvido decirse "es mas real de lo que parece", y se durmió, primera noche en casi seis meses en que olvidaba la frase que la hacia sobrevivir...

Estaba en la cima de una montaña oscura, al rededor, se veia claramente nada...mas que una extension mas y mas grande de terreno vacio y tranquilizador, ni un soplo, ni un ave ni una respiracion... pura paz...entonces él aparecio, de la nada como siempre, Sara lo miró esperanzada pero no podia ver sus facciones, solo un par de ojos brillantes de color indefinido, vestia de blanco como siempre, ahi estaba, a un metro de distancia de ella, su corazon acelerado retumbaba en cada rincón del mundo silencioso de sus sueños. Y el se quedó allí de pie frente a ella, mirandola con sus ojos grandes y esperanzadores, lentamente, los recuerdos de sus sueños anteriores vinieron a su mente, y pudo verlo, los rasgos aparecieron, la nariz recta, los labios finos, su cabello brillante, su calor, su respiración, todo apareció, lentamente y allí estaba nuevamente mirandola sonriente, se acercó lentamente y la abrazó, la sostuvo en sus brazos en un abrazo infinito y hermoso, todo el amor del mundo en un solo abrazo...
De pronto todo volvia a la realidad, el mundo real se apoderaba de sus sentidos, pero Sara no queria, no podia dejarlo ir nuevamente, no podia despertar debia estar allí con el eternamente... Nunca mas me olvides......Nunca vuelvas a irte...

Es mas real de lo que parece


Y todo fue real nuevamente....
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Ese dia, Sara, no podia pensar, no queria nada mas que estar sola, asi que salió a caminar y caminar sin detenerse...

Al atardecer, acababa de subir el cerro de un parque cercano hasta un hermoso mirador, se sentó en el suelo esperando el ocaso, la danza de colores, cuando en la calle que bajaba el cerro un hombre se detuvo en seco, Sara dio la vuelta lentamente...

Allí estaba él, el hombre de sus sueños mirandola, en la realidad. El parecia tan perplejo como ella.

Sara se puso de pie, el se acercó, hasta quedar a un palmo de distancia como hacian en los sueños. Lo miró directo a los ojos brillantes, entonces él susurro

Es mas real de lo que parece...


Era Real...siempre lo fue

Un suspiro de esperanza...




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Dedicado a Diana....un suspiro de esperanzas para ti...

Cosas de un sueño... (III)

Author: Gen ~ /

Que no ubiese dado Sara, por no despertar jamás de ese sueño maravilloso, simplemente maravilloso, que no ubiese dado para que él no desapareciera nunca de su lado y la besara lentamente. Es deprimente estar en el mejor momento de tu vida, y que simplemente, desaparezca.

Esa noche, Sara dio vueltas y más vueltas en su cama, de pronto tenía mucho calor, de pronto mucho frío, de pronto todo le molestaba, vueltas y más vueltas y nada de sueño. Muy tarde, o mejor dicho muy temprano en la mañana, logró dormir, pero no hubo sueño alguno, solo un descanso agobiador interrumpido por el despertador.

Mal humor todo el día, tristeza y el mundo sobre sus espaldas, no pudo contenerse, lloró, pensando que era una estupidez llorar por algo irreal, por algo que solamente estaba en su cabeza, pero era tan real y tan perfecto, aun así no podia dejar de pensar en lo estupida que era, casi sintiendose enamorada de un hombre que ella misma había imaginado, esperando por él toda una noche, como una damicela espera a su principe azul en el balcón de una torre.

Esa noche se durmió, cansada de llorar toda la tarde, y hambrienta por no haber comido nada de nada...

Esta vez estaba vestida enteramente de negro, en una pieza vieja, ruinosa y húmeda, crecia musgo en las paredes, las ventanas sucias estaban rotas y la única puerta que habia estaba caida, y ella misma estaba andrajosa y desarreglada, sentia la presión del hambre en su estómago, y la palpitación de su cabeza dolorida.
Se dejó caer en una esquina sucia lentamente hasta el suelo, miró sus pies descalzos y enrojecidos por el frio. De pronto por los espacios en los vidrios quebrados entró una luz cegadora, tanto que tuvo que protegerse los ojos, cuando todo cesó, él estaba ahí, de pie junto a ella, vestido inmaculadamente de blanco, parecía brillar entre tanta oscuridad, Sara se levantó de prisa y lo abrazó, pudo sentir su calor, su corazon palpitante y el fino cabello de él, en su propia frente helada, entonces el tomó su delicado y pálido rostro entre sus tibias manos, la besó como nunca nadie en la vida real la habia besado, luego se separaron y el susurró en su oido

"Te extrañé...nunca más me dejes...nunca más me olvides"


Sara trató de articular palabra, pero nu hubo caso, simplemente sintío sus lagrimas pesadas sobre sus mejillas, lo abrazó lo mas fuerte que pudo, y así estuvieron hasta que llegó el amanecer, entonces el dijo

"Es mas real de lo que parece"

Y todo desaparecio...

Cosas de un sueño... (II)

Author: Gen ~ /

Es imposible concentrarse durante un día normal cuando algo, ya sea real o no, le deja a uno marcado. Sara, es una joven especial, amante de lo raro y paranormal, y para ella es normal emocionarse un día entero por un solo sueño, en la tarde de vuelta en su cómoda habitación, todo había desaparecido.

Tratar de conciliar el sueño luego de una película de terror y un trozo de libro bastante perturbador le llevó no menos de media hora….

Ahora estaba en un prado verde surcado por pequeñas florcillas amarillas y bañado por una brisa refrescante, no supo que hacer, el sueño no parecía avanzar y se sentía extrañamente conciente tal cual que en su sueño anterior, se dejó caer en la fresca y blanda hierva esperando que algo sucediese o solamente despertar a la horrible realidad. No lograba articular pensamiento. De pronto, un árbol nació de entre la fina hierba lentamente hasta tapar el sol, detrás de él apareció, nuevamente él, vestido de blanco perlado, con su brillante pelo hasta los hombros y sus ojos casi inconcebibles. Definitivamente el era el hombre de sus sueños… se sentó a su lado atónito igual que ella, y la miró con detenimiento, ella pudo ver sus delgados y lisos labios muy cerca de su pelo, él bajó la mirada y la sostuvo frente a los temblorosos ojos de Sara, ella quería decir algo cualquier cosa, con tal que el momento no desapareciera pero su cerebro no parecía atender a sus deseos, el tomó lentamente su mano y se dejaron caer en la hierba, mirando el cielo puramente azul y quieto, de pronto él se levanto, y acercó sus labios a los de Sara, iba a besarla, seguramente era el sueño más romántico que ella nunca tuvo, se acercaba, sentía su calor, de pronto él comenzó a alejarse lentamente por la hierba, en su rostro se notaba el desconcierto, un dejo de angustia, se arrastró involuntariamente girando en la hierba hasta el árbol que poco antes había nacido, cuando estuvo junto a él, se puso de pie y se dispuso a volver donde Sara pero de un momento a otro, el árbol desapareció, y el joven junto al árbol.

Esa mañana de domingo, Sara se levantó lentamente si poder olvidar el sueño, y por sobre todo sin olvidarlo a él, representaba todo lo físico que le agradaba en un hombre. Fue hasta el baño en silencio y se miró un largo rato en el espejo. Allí estaba ella, con su rostro blanco su nariz delgada, su boca rojiza y sus grandes ojos cafés, el pelo lacio y negro nunca se revolvía durante la noche, ahora estaba justo como ayer, liso hasta la cintura, se miraba como si nunca antes se hubiese visto, como si nunca antes hubiese reparado en su belleza, Sara había cumplido años un par de días atrás, 18 años de incomprensión y sufrimiento. Ella nunca comprendió a la gente, y la gente nunca la comprendió a ella, no tenía muchos amigos, ninguno decía ella, se juntaba a diario con un numeroso grupo de personas en las cuales no confiaba, volvía a su casa cansada y fría, comía sola en su habitación, leía lúgubres libros y veía aún más lúgubres películas, lloraba a diario, y cuando sentía que el mundo no cabía sobre su espalda, y sentía que moría o que necesitaba desahogarse, hacia cosas de las ke se arrepentia mas tarde.

Cosas de un sueño...

Author: Gen ~ /

Luego de que todo se oscurece al dormir, viene un mundo maravilloso que solo existe en nuestra cabeza inconsciente y que refleja todo lo que ansiamos y recordamos…

Una tenue luz anaranjada entraba por las altas ventanas del salón vacío, debiera ser de atardecer, el polvo se notaba flotando a su alrededor, y ningún sonido existía, se sentía mas feliz y calmada que en la vida real, no había pensamientos en su cabeza ni palabras en su boca solo tranquilidad…

Giró en si misma hasta marearse y cuando se cansó paró en seco y se sentó en el centro de la iluminada habitación, de pronto, por una gran puerta de madera gastada y blanca entró un joven, era agradable a la vista, alto y delgado, de facciones cuadradas pero armoniosas, su cabello ondulado finalizando la escala del marrón y llegando al tono rubio, ondulado, casi le tapaba los ojos y caía tenuemente sobre sus hombros, vestía completamente de blanco, en ese momento Sara también notó que vestía de blanco un vestido hasta la rodilla, como solera veraniega, se puso lentamente de pie, todo aún estaba en silencio, el joven se acercó a ella hasta quedar a un palmo de distancia, Sara tuvo que levantar la barbilla para poder fijar sus ojos en aquellos, de un color indefinido entre el café y verde, el polvo brillante danzaba entre ellos, alcanzaba a sentir su respiración sobre su frente, ninguno pestañeaba, todo estaba en silencio….entonces….


El ruido de la realidad invadió todo su cuerpo, el tráfico en la calle, la maldita canción que usaba de despertador, su hermana gritando a todo pulmón, su hermano escuchando música, y su madre cantando como si nada en el piso inferior. Todo era un sueño.

Una simple corriente de conciencia....

Author: Gen ~ /

Interpreta una canción…

A donde te lleva, que te hace sentir…sólo cierra los ojos y piensa…un coro de ángeles, un atardecer, un beso eterno, un abrazo tierno, toda tu vida, tu infancia, sientes ganas de llorar…en realidad no sientes, yo siento pues soy yo la que lo está sintiendo, quisiera quedarme en esta canción toda la vida, en este relato, hay formas y formas de relajarse, y existen muchas más para estresarse, pero no les hagas caso…escribo como si me dirigiera a alguien cuando en realidad sólo quiero convencerme de que estoy calmada y en paz, nunca es así, yo no se cómo estoy, nunca lo he sabido con exactitud, la mente y la existencia son complicadas…una canción, una sola, me hace pensar en tantas cosas….hasta se me vienen a la mente imágenes terribles, con una canción tan bella, la imaginación juega conmigo…

Acaba de terminar

Spirit Of Christmas Past - Enya

ArregloRelojes

Author: Gen ~ /


- ¡Arreglo relojes!- dijo sonriente.

El anciano tenia pelo gris, despeinado por el viento que ocupaba todos los lugares del mundo ese dia, piel porosa, arrugada, barba insipiente gris tambien, traia puesto un pantalon de tela beige arrugado por su uso excesivo, y una chaqueta beige de tela tambien, cerrada hasta el cuello, zapatos negros gastados y rotosos. Manos juntas en la espalda.

"Un arreglador del tiempo", pensé, ¿Y busca relojes para arreglar?, mejor seria que arreglara su tiempo pues parecia haberse detenido hace mucho.





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Antugueis ^^

Magdalena

Author: Gen ~ /

" El amanecer se ve bellisimo desde aqui...Creo que nunca dejaria este lugar, no, este es mi lugar definitivamente...El viento es fresco, la noche esta aquí conmigo cuando llega y puedo casi tocar las estrellas con mis dedos...Polvo de estrellas...¿Como sera volar? me asusta averiguarlo, pero necesito hacerlo ¿Que hacer?
El nunca me comprendió, todo es su culpa...por el estoy aqui, solo por el, para que sienta lo que yo...el no es para mi dicen todos...¿que saben?...yo si se, y si lo es, es perfecto para mi, es todo mio, pero el no sabe, no comprende. Ya es tarde, lleo aqui todo un dia...me pareció un siglo y cada segundo una hora, creo que es hora...tengo sueño, si lo hago ahora puedo dormir en el camino y olvidarme de todo, dejar todo atras, o arriba...
Si...ahora es la hora perfecta, el amanecer es tan hermoso...perfecto para esto...no puedo dejar de verlo...
Me siento tan en paz...me siento tan feliz ahora...nunca me alrjaria de aquí, de ahora, pero es necesario.
El viento está fresco...y fuerte...me acaricia...ya es tiempo..."

Magdalena subió al borde, sintió el viento en su cara, sintió el peso del mundo sobre ella y lloró, sus lagrimas golpearon el suelo de la calle...justo en ese instante, Magdalena saltó...

Detras de la Escalera (cap V y VI)

Author: Gen ~ /

V. La ciudad de los árboles

Llegaron entonces al final del bosque tenebroso que se convirtió en uno bastante hermoso. El cachorrito desapareció, y ellos siguieron su camino. Anduvieron poco más y llegaron a un prado, lleno de hermosos árboles que llegaban al cielo, aguas cristalinas, pajarillos trinando y mariposas revoloteando.

- Creo que llegamos- Dijo Sunniby
- Si, creo que si- dijo Paulo felizmente.

Se recostaron cómodamente bajo un árbol, Sunniby bebió fresca agua de una vertiente, el sol estaba tibio y una brisa fresca refrescaba todo. Paulo miró su reloj de pulsera eran las 7:51 AM. Estaba tan cómodo, que sus ojos se cerraron lentamente y nuevamente se durmió.

Algo le picaba en la espalda, comenzó a rascarse con mucha euforia, golpeando el tronco del árbol con su codo.

- Me estas haciendo daño- dijo alguien. Paulo miro alrededor pensó que Sunniby le había hablado pero ella estaba por allá jugando en el agua de la vertiente cristalina. No le dio importancia y continuó su labor de rascado.
- Aún me haces daño…- dijo nuevamente la voz. Paulo se puso de pie y miro…No había nadie allí.
- Aunque no lo creas, soy un ser vivo y si me golpean me duele, ¿te gusta acaso que a ti te golpeen?- Entonces una rama golpeó a Paulo en la Cabeza.
- Eh…¿lo siento?- dijo Paulo
- Si, si bueno…espero que no vuelva a ocurrir, vine aquí para estar tranquilo, y no me gusta que me estén golpeando, ¿Qué hacen por aquí? Hace mucho tiempo que nadie se paseaba por aquí…ya estábamos algo aburrido de tanta tranquilidad.
- ¿Quiénes?
- Pues, todos, todos los árboles que vinieron aquí a descansar, somos todos unos viejos, ya no estamos para nidos ni ardillas, solo tranquilidad.
- Bueno, nosotros vinimos en busca de un libro que se perdió hace muchos años atrás, ¿no lo habrá usted visto por casualidad?
- Pues, hace tiempo vino un niñito como tu, llegó con un gran libro pero se fue con las manos vacías, debe de haber estado por aquí, si me esperas un momento consultaré si alguien lo recuerda por aquí.
- ¡Sunniby! Ven aquí, creo que tenemos mucha suerte- Sunniby saltó hasta Paulo, y esperaron juntos un rato, entonces el árbol de nuevo habló y dijo:
- Pues, pocos lo recuerdan, pero aquí se quedó, el gran sauce dijo que ese niño hace muchos años había estado leyendo bajo de él, pero que el libro no había quedado allí, el Manzano dijo que el niño se había subido a sus ramas para coger algunas manzanas pero que el libro no había quedado allí, entonces el Baobab habló y me dijo que el niño había paseado por entre sus grandes ramas y que allí había quedado el libro, así que si quieres encontrarlo, pues…busca al Baobab.

Paulo, no sabia lo que era un Baobab pero pensó que si el niño había corrido por entre sus ramas debía de ser un árbol gigantesco.
Caminaron por entre todas las clases de árbol buscando al más grande de ellos, y lo encontraron.

- Señor Baobab, ¿está usted allí?- preguntó solemnemente Sunniby
- Si que sí, ¿quién pregunta?
- Somos Paulo y Sunniby- dijo ella- Buscamos algo perdido
- Ah, si, si, claro, por aquí estaba, no recuerdo donde, me temo que tendrán que subir- dijo con su ronca voz el Gran Baobab, entonces con una gran rama, los empujó hasta arriba. Por encima el Baobab era más grande de lo que parecía, tenía ramas gigantescas por todos lados, seria difícil encontrarlo.
- Creo que si nos separamos, lo encontramos más rápido-dijo Paulo, y caminaron en caminos opuestos. Caminaron mucho rato por su lado cada uno, sin encontrar nada más que polvo y hojas secas, entonces se volvieron a encontrar y justo allí estaba el Libro, en el final del camino de cada uno. Estaba bajo de una capa de polvo gruesa. Paulo lo tomó y hojeó, tenia paginas amarillentas de letra negra muy pequeña, en la tapa un montón de dibujos que formaban una hermosa composición.
- Y ahora ¿Cómo nos volvemos?- Dijo Sunniby
- ¿Quieren irse ya? ¿Y tan pronto?- dijo el Baobab desde dentro- ¿y a donde se dirigen?
- Al claro en el bosque, donde el Viejo
- Ah, si, lo recuerdo- Vamos entonces- Entonces un agujero se hizo en el tronco del Gran Baobab, dejándolos caer por un oscuro tobogán, Paulo se aferró como pudo al gran libro negro, y se dejó caer. Al poco rato, cayeron al frío y duro suelo. Se levantaron, estaban justo en el riachuelo Lila. Corrieron por el sendero y llegaron al claro en el bosque.

Al llegar a la casa, entraron apresuradamente para entregarle sus conocimientos al Viejo. Apenas entraron, a Paulo algo negro se le vino encima, Paulo se fijó que era su sombra.

- Te extrañe tanto compañero- dijo ésta, y de un salto se pegó nuevamente a los pies de Paulo.

Estaba también Hanngrell. El Viejo los esperaba con una cena maravillosa de Pavo y Verduras, comieron de muy buena gana.

- Creo que me iré a mi casa, estoy cansado- Dijo Paulo
- Pues si te vas, te vas con esto- Dijo el Viejo, y le entregó el Gran Libro de todas las historias y cosas del mundo- Yo ya no lo quiero.
- ¿Y por donde te irás?- Preguntó Sunniby
- Yo puedo llevarlo, conozco varios atajos- dijo Hanngrell con su voz chillona. Paulo se despidió del Viejo y de Sunniby. Entonces Hanngrell se acercó a él, se estiró muy grande y lo abrazó, todo comenzó a girar.

VI. De regreso

Paulo, cayó sobre algo mullido y tibio, se sentó sobresaltado mirando desesperadamente alrededor para ver donde se hallaba ahora. La cabeza le daba vueltas.

- ¿Dónde estamos Hanngrell?- Preguntó, pero el niño no respondió. Cuando pudo fijar la vista se dio cuenta de que estaba en la habitación que había sido de su padre hace muchos años, estaba sentado en la cama, estaba de día afuera, y hacía mucho calor. Miró su reloj de pulsera eran las 11:13 AM.

Todo debió ser un sueño, un hermoso sueño.

Entonces se levantó tranquilamente, y fue a mirar al abuelo, ya se había levantado, se preparó desayuno y comió, ese día sus padres irían a buscarlo para llevarlo de vuelta a la normalidad. Esperó un rato, y el abuelo llegó con bolsas de compras y un paquete bajo el brazo. Paulo le ayudó a guardar todas las cosas.

- Esto estaba en el jardín, dice tu nombre hijo, toma- Dijo el abuelo extendiendo el paquete. Paulo lo tomó y lo abrió, traía el Gran Libro del viejo. Paulo no sabia que pensar.
- ¿Y eso?- dijo el abuelo- Creo que lo he visto en algún lado. Creo que cuando pequeño encontré uno casi igual en la casa de un viejo, pero lo perdí y me escapé, no pensaba ser regañado, no lo pierdas tú.


Paulo se llevó una gran sorpresa.



Fin



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Dedicado a Ilich por ayudarme a comenzarlo hace muchos años, a Ibi por ayudarme a continuarlo hace poco, y a Gonzalo por incentivarme a terminarlo hace nada

Detras de la escalera (cap IV)

Author: Gen ~ /

IV. El verdadero guardián

- ¿Y que es lo usted que perdió señor guardián?- dijo Sunniby con todo de detective
- Una llave, hace mucho, pero no señorita dulce, yo no soy el guardián, yo soy el portero, y como soy portero necesito llaves, porque un portero abre puertas y solo las llaves abren las puertas que un portero necesita abrir, no he abierto una puerta desde que perdí la llave, pues tengo solo una puerta que abrir, pero esta cerrada.
- ¿Y cómo era su llave señor portero?- Dijo Sunniby.
- Era dorada, larga y brillante, y tenia muchos dibujos sobre ella- Paulo pensó que podría ser la suya, la busco en el fondo de su bolsillo, y ahí estaba, la sacó y la puso a la altura de sus ojos.
- ¿Será por casualidad, esta la llave que busca señor Portero?- Dijo Paulo con tono de triunfo. El nunca pensó que una aventura fuese tan fácil.
- ¡Si! Justamente es esa- Se la quitó de las manos y se puso colorado de felicidad, pero el ceño fruncido no desapareció. Entonces silbó con los dedos en la boca, y algo se movió entre los árboles, algo grande, a Paulo le pareció un ascensor o algo parecido, pero no subía, andaba de frente.- ¡Vamos! Todos arriba, los llevaré aquí por ayudarme a encontrar la llave, vamos, los llevo a la entrada- Paulo y Sunniby subieron, y al momento la cosa comenzó a andar rápidamente por entre los árboles y los arbustos- Yo lo llamo Transportador- dijo el Señor Portero- Lo encontré tirado por allí, y me resultó útil- Paulo pensó, que el Señor Portero no tenia creatividad para poner nombres.

Anduvieron rato y más rato por entre árboles y más árboles. Pronto llegaron a una gran puerta de metal, entonces el Transportador se detuvo, y bajaron de él, al momento el Transportador se puso en marcha solo y se perdió entre los árboles.

El pequeño Señor Portero, caminó decidido hasta la gran puerta de metal oxidado, sacó la brillante llave de su bolsillo, la metió en la gran cerradura oscura, y empujó, la gran puerta apenas si se movió.

- Vengan, ayúdenme hace tanto que no abro ninguna puerta que ya no tengo fuerzas como antes- Entonces Paulo y Sunniby le ayudaron, lentamente abrieron un espacio por el que cabían sin problema los niños- Yo no los acompaño más, tengan cuidado con el guardián puede ser muy fiero, pero si es un buen día, no tendrán problema alguno- Paulo quiso que este fuese un buen día para el guardián, pues había sido todo tan fácil, a Paulo no le gustaba esforzarse mucho, porque el era un niño tranquilo y esforzarse significaba exaltarse un poco.
- Pero, ¿qué cosa es el guardián?- dijo Sunniby
- Ah…pues eso depende del día también.

Y Paulo y Sunniby entraron por la puerta, había un sendero, con flores, pasto verde y una cerca amarilla en el borde. Más allá de esa cerca amarilla se extendía algo como un desierto, nada podría vivir allí. Un poco más allá se avistaba un bosque bastante tenebroso.

- ¿y como se supone que sepamos cuando lleguemos?- dijo Sunniby
- Pues, algo no los dirá ¿no crees?- Respondió Paulo.

Caminaron hasta el tenebroso bosque en medio del desierto. Los árboles estaban secos, habían arbustos muertos, hojas caídas y nada de vida, Sunniby, llevaba a Paulo tomado por la correa del pantalón del pijama. Paulo estaba atento a todo, el ambiente hacia que su tranquilidad normal desapareciera, estaba agitado y sudaba. Tropezaban con las raíces muertas de los árboles, y de vez en cuando rozaban con una rama seca, Paulo se raspaba a veces las heridas que se había hecho al caer del árbol. La luz desparecía a tramos, y hacia crecer la expectativa de que algo terrible ocurriría. Paulo de pronto comenzó a sentir la sensación de que algo los seguía, de vez en cuando sentía brisas por la cabeza y por entre los pantalones que le hacían temblar, sentía a Sunniby temblar también a veces. La luz disminuía de a poco, de pronto vio algo por el rabillo del ojo. Algo oscuro se movía por entre los árboles, después algo oscuro se movía por entre los árboles del otro costado, luego por detrás de ellos, luego se cruzaba con ellos, Paulo sin querer había apurado el paso, arrastrando a Sunniby de la mano. Casi corrían ya, tropezaba pero no le importaba, el largo pelo de Sunniby que correteaba a su lado le tocaba los rasguños de las manos, pero no le importaban, tenia susto y tenían que salir de allí, seguro que no era un buen día para el guardián.
Corrieron, todavía la cosa negra correteaba por aquí y por allá. De pronto:

- Aghhh!!!- Sunniby tropezó y calló entre unas grandes raíces muertas, Paulo se volvió para recogerla. Lo hizo, y al voltear, algo estaba andando hacia ellos.

Era algo alto y delgado, sin duda una figura humana, una figura femenina, siguió andando lenta y pausadamente, parecía flotar, venia en total oscuridad. Paulo y Sunniby no se movieron de donde estaban parados. Cuando la persona llegó a la luz, resultó ser una mujer hermosísima, muy alta y delgada, tenia cabello negro trenzado sobre el hombro, y llevaba un largo, viejo y rotoso vestido blanco. Rostro delicado, labios rojos, y ojos claros como el agua. Los miró un largo rato con ojos penetrantes, haciéndolos quedar como en trance. Abrió la boca, Paulo pensó que una mujer tan hermosa debía de tener una hermosa voz, pero todo lo que salió de la garganta de la mujer fue un horroroso chillido, a Paulo le recordó a un perro cuando se le pisa la cola. Paulo tiró de Sunniby por el brazo y comenzó a correr de nuevo. La mujer les seguía muy de cerca, chillando cada vez más fuerte, Paulo giraba de pronto para mirar la cara de la que había sido una hermosa mujer, ahora estaba totalmente transformada, la boca abierta imposiblemente dejaba ver dientes afilados, había palidecido, la trenza había desaparecido y el pelo al viento se alborotaba. A Paulo que era un niño tranquilo esto no le gustaba para nada.
De pronto algo sucedió, de los árboles nacieron hojas y flores, la luz entró por arriba, las raíces se escondieron en el suelo, los arbustos revivieron, y todo cambió. Paulo y Sunniby pararon en seco, pues como todas las raíces se escondían el suelo tembló, se giraron para buscar a la horrible mujer, y en su lugar encontraron un tierno cachorro de lobo, gris, peludo y esponjoso, de ojos grandes y bondadosos, que brincaba entre las flores que nacían aceleradamente del suelo. Paulo pensó que el día del guardián acababa de arreglarse. El cachorro los miró y alegre comenzó a correr adelante, Paulo y Sunniby lo siguieron.

Detras de la escalera (cap. III)

Author: Gen ~ /

III. Ángel y Árbol

Paulo se sentó y miro a su alrededor, habían muchas colinas de mullido y brillante pasto verde, todas estaban vacías, ni una flor ni un árbol ni nada, el verde pasto se extendía liso como una alfombra, menos en una, en la que parecía la mas alejada de las colinas se divisaba un grande y viejo árbol sin hojas y una estatua con grandes alas abiertas. Paulo lo reconoció como el escenario que había visto desde el gran ventanal en el salón aburrido, se puso de pie y caminó en esa dirección, Hanngrell el niño-sombra había quedado en el piano allá arriba, Paulo alzó la vista, pero casi no se distinguía lo que había más allá de las esponjosas nubes, su sombra no decía nada, el piso no emitía sonido alguno, era como caminar por una mullida manta, Paulo solo escuchaba su respiración lenta y pausada, a Paulo le gustaba la tranquilidad.
Caminaba sin prisa y demoró un poco en llegar a su destino, allí se giro en busca del gran ventanal y allí estaba, muy lejano como incrustado en una colina especialmente alta. Paulo se sentó en el banco de plaza junto al árbol y delante del ángel. Paulo era un niño tranquilo no le gustaba mucho exaltarse a diferencia notable de su sombra que extendida a sus pies dijo con aire enojado
- si crees que me quedare aquí para siempre estas equivocado…-de pronto Paulo sintió un impulso que si bien movió su cuerpo, con autorización no fue. Sin querer Paulo se levanto del asiento, giro 3 veces a la izquierda, corrió adelante y volvió.
- es agradable hacer esto, nunca lo había intentado, lo haré mas seguido…
- oh claro que no- dijo Paulo y sobando sus brazos y su cuerpo como si sacudiera tierra de su ropa se despojo de su sombra, así es, la saco de sí, ahora había algo exactamente como el parado a su lado, y no estaba pegado a sus pies.
- ¡¿Qué cosas?!-dijeron a coro con voces idénticas. La sombra comenzó a correr hacia allá y acá con los brazos en alto, girando, cayendo, saltando y gritando.

Paulo lo miró un minuto en silencio. Desvió la vista hacia el ángel, ni siquiera lo había mirado, se subió a la banca para mirarlo mejor, era de piedra blanca, tenia rizos en la cabeza y manos delgadas, llevaba una túnica que le cubría del cuello a los pies, su rostro era bondadoso tenia ojos grandes que parecían brillar a pesar de la piedra, labios finos que dibujaban una leve sonrisa y nariz recta y elegante. Quedó embelesado, sin darse cuenta se había subido a la parte más alta del respaldo de la banca para mirar su rostro mas de cerca, las secas ramas del árbol estaban muy cerca, Paulo se apoyaba con una mano en una gruesa y oscura rama y con la otra en el hombro del ángel, volvió a mirar sus ojos de pronto el ángel grito con una voz chillona y alocada

- ¡¿QUIERES ENTRAR?!
- Yo…eh…-pero antes de responder, el ángel lo había tomado por los hombros i lo había puesto en el centro del árbol que se abrió y lo dejo caer por una especia de gran tobogán muy oscuro.

A Paulo, que le gustaba la tranquilidad esto lo desconcertaba un poco, pero solo quedaba esperar llegar a otro lugar.

Cayó por fin pero entre ramas y hojas llegó al suelo lleno de rasguños y arañazos, se puso de pie sobándose la espalda había caído entre raíces y piedras, avanzó un poco, el suelo se hundía al pisar como una cama elástica y Paulo daba pequeños saltos para hacer que el suelo temblara.

- es por la raíces- dijo una dulce voz de niña detrás de el
- ¿ah?- dijo Paulo y se volvió. Frente a el había una niña como se su edad, con pelo largo hasta el suelo de muchos colores brillantes, vestía de negro y era pálida como el azúcar, llevaba paletas acarameladas en cada mano y una pequeña montaña de pastillas y dulces la seguía de cerca como si ella fuese un imán. Paulo pensó que debía ser su sombra.
- Que es por las raíces que el suelo es así, además si yo fuese tu no haría eso, allá abajo viven pequeñas personitas…
- OH… esta bien- Paulo era un niño de pocas palabras y muy obediente.
- ¿quieres?- dijo ofreciéndole la paleta que sostenía en la derecha. A la invitación las tripas de Paulo retumbaron, había perdida la naranja quien sabe donde y cuando, el no se había dado cuenta.
- Mmm, bueno- su madre decía que comer dulces en la noche hacia mal, pero ella no estaba allí, además, recién arriba en el árbol era de tarde.

El bosque estaba rodeado de oscuridad, árboles y silencio, tomo un caramelo con forma de limón y lo llevo a su boca, la niña lo miraba con ojos ansiosos y brillantes.

- yo soy…Paulo- dijo con la boca llena y le extendió la pegajosa mano
- Sunniby, mucho gusto- y le dio un fuerte apretón, costo un poco separar las manos, cuando lo lograron siguieron comiendo en silencio. Por fin alguien tranquilo que no hablaba sin motivo.

Comieron mucho rato en silencio. Eran las 5:01 AM, Paulo pensó que su abuelo dormiría hasta el medio día como siempre, de ser así tenia mucho tiempo por delante.

- y ¿Qué haces por aquí niño? No siempre hay extraños…- dijo Sunniby con una voz que sonaba pegajosa.
- Mmm, en realidad no lo se…
- La ultima vez que alguien vino fue hace mucho, también era un niño como tu…el perdió su sombra por aquí pero la encontró, y perdió otra cosa también, algo que no era suyo, y nunca mas volvió.
- Ohm- dijo Paulo casi atorado por los dulces
- Ven vamos a conocer al Viejo…te va a caer bien

Lo tomo de la mano y comenzó a caminar por el camino, ella saludaba a pequeñas mariposas brillantes que revoloteaban…una en especial los seguía de cerca. Paulo pudo ver que las mariposas no eran sino pequeñas personitas con alas, la que los seguía llevaba algo en su pequeña mano que cada un rato miraba y decía para si:

- que bella que soy, adorable nena, mas hermosa que nadie, no existe nadie como tu…

Paulo pensó que debía ser un espejo…la personita también saludaba a las otras que revoloteaban y hacia el suelo también porque habían personitas caminando por ahí, no tenían alas pero eran igual de brillantes. La que los seguía pronto se poso en el hombro de Paulo y le dijo:

- ¿verdad que soy bella? ¿Verdad que si?- Paulo la tomo en su mano pegajosa y la miro de cerca, era extremadamente pálida, tenia el cabello rubio y ondulado y lo que pensó que eran alas, era algo parecido a una flor de origami pegada a su espalda, ella seguía admirándose en el espejo.
- Si, bueno, en realidad eres muy hermosa- dijo con una gran sonrisa en la cara y un poco colorado. Sunniby lo miraba en silencio. Lo tomo de la mano y le dijo:
- Vamos donde el viejote- y como Paulo era obediente se dejo arrastrar. Llegaron a un claro en el bosque, en el había una casita pequeña y gris, el sol brillaba en lo alto. Paulo pensó que como arriba en el prado verde el sol acababa de ponerse, debía de haber llegado aquí abajo, Paulo miro a su alrededor, era un niño sin sombra, pues esta lo había abandonado arriba. Caminaron hasta la casa.
- Oh, olvide mi llave- dijo con voz dulce y preocupada
- Yo tengo una llave por aquí- dijo Paulo tratando de ayudar-quizás sirva-la sacó era dorada y brillante, larga y fría y tenia grabados por muchas partes, no servia.
- Mmm, creo que tengo una mas en mi casa, vamos- caminaron de nuevo al negro bosque, allí entre los árboles había algo que no había notado antes, una negra y brillante casucha como de charol. Entraron, había muebles de todos los colores existentes, muchos dibujos en la pared y sillones esponjosos como las nubes.
- Aquí esta- dijo y salieron de nuevo.

Entraron pronto a la casa del claro, era pequeña también y todo parecía estar hecho de madera la chimenea estaba encendida y en una mecedora un hombre calvo se mecía.

- hola viejo, vine- dijo Sunniby- este es Paulo, me lo encontré en el piso del bosque- el viejo lo miro con rostro serio, se levanto de su silla y se acercó a pocos centímetros de su cara. Era bajito y rechoncho, tenía mejillas coloradas y ojos negros, en la calva cabeza tenia un dibujo un libro negro con dibujos en sus tapas.
- Buenos días señor- dijo Paulo
- Te pareces mucho a el- dijo sin atender al cortes saludo- creo que hasta eres el, si, si seguro que eres el.
- No entiendo que me dice señor- dijo Paulo desconcertado.
- Lo que pasa- comenzó Sunniby- es que el sabia todas las historias del mundo y todas las cosas acerca de el, entonces un día, el tenia tantas cosas en su cabeza que le comenzó a doler, porque habían muchas cosas y poco espacio, entonces decidió sacarlas de allí y ponerlas en un libro, porque es allí donde deben estar las historias, y así lo hizo y un día vino ese niño que quería saber todo del mundo y todas sus historias, y como este viejo es muy simpático, se lo prestó y le dijo que volviese al atardecer con el, y el niño se fue a leer por ahí, y volvió al atardecer, encontró su sombra y una llave en el bosque que dijo seria su tesoro por siempre jamás, pero perdió el libro y se fue, y como esta perdido ya nadie sabe donde lo dejo, y el viejo aquí quedo sin todo lo que ya sabia y tuvo que comenzar a aprender de nuevo…
- Oh…-dijo Paulo que era de pocas palabras, si quiere yo podría buscarlo…pero si nadie tiene una idea de donde estará, creo que poco puedo hacer.
- Yo escuche una vez que lo había perdido en la ciudad de los árboles, pero nadie va allí desde hace muchos años, creo que no se hacia donde está- dijo el viejo.
- Vamos entonces- dijo Paulo y salio con Sunniby.

Afuera, de la casa había un sendero que llevaba al resto del bosque. Era el único camino que se podía seguir así que lo siguieron, pues Paulo sabia que los caminos llevan a algún lado siempre. Y llegaron al bosque y en la entrada había un cartel que decía.

CIUDAD DE LOS ÁRBOLES -->
Tenga cuidado con el guardia y los mosquitos.
<--VALLE SUSURRO
No lleve ninguna almohada, ¡Hay muchas por el camino!


- Bueno, creo que encontrar el camino fue fácil- dijo Paulo sorprendido.

Caminaron un poco en esa dirección, pronto se encontraron un río color lila claro, era angosto y bajo, por lo que solo tuvieron que mojar sus tobillos, que quedaron tan lilas como el agua. Más adelante había árboles y más árboles. Entonces algo se movió entre los arbustos, Sunniby le apretó muy fuerte el brazo a Paulo. El se acerco al arbusto para mirar, la curiosidad de un niño es más grande que el miedo, y el frío y el hambre, movió las ramas y encontró un ser del porte de un perro, pero era ¡un mosquito! Entonces Paulo pensó que debían hacer caso al cartel y tener cuidado con los mosquitos. Entonces la poca luz que había se apagó y Paulo no podía ver ni la punta de su nariz.

- ¡QUIEN ESTA ALLI!- dijo una voz retumbante
- ehh…ssom…os Paulo y Sunniby
- ¡Y A DONDE VAN!
- Mmm…a la ciudad de los árboles
- ¡Y QUE HARAN ALLI SI USTEDES NO PARECEN NADA PARECIDO A UN ARBOL!
- Buscamos algo que se nos perdió
- ¿Ah si?- dijo la voz un poco mas calmadamente, entonces encendió la luz y caminó, era un hombre pequeño vestido de smoking negro, Paulo pensó que parecía un pingüino, tenia el ceño fruncido y poco pelos en la cabeza- pues a mi también se me perdió algo- hablaba retumbantemente aunque hablara bajito, parecía que tenia un amplificador en la garganta o algo- quizás puedan ayudarme a encontrarlo, si no, no pueden entrar a la ciudad.

Paulo pensó que el cartel se equivocaba en lo del guardia, no era nada temible.

Detras de la escalera (cap.II)

Author: Gen ~ /

II. La sombra de Paulo

- ¡Oye!, psss- decía una voz. Extrañamente Paulo medio dormido la oia exactamente como su voz- Paulo, pssss- Paulo no comprendía, era su voz despertándolo insistentemente, no quería despertar.

- ¡Pff! Este duerme más que el abuelo ¡Despierta!- Paulo fastidiado decidió abrir los ojos, esperaba estar en la cama, en la habitación que había sido de su padre, todo habría sido un sueño seguramente, pero no, estaba aun en la sala blanca vacía e iluminada, y nuevamente su sombra cubría las 4 paredes inexplicablemente.

- - Ya era hora! Me aburría de no hacer nada- Paulo giró para ver que hablaba con su voz, pero no violada mas que el negro pasillo y su sombra, aun decía estar soñando

- ¿y ahora? ¿no piensas hacer nada? ¿caminar? Mira que si no haces nada mejor me voy y te quedas solo- Paulo estaba desconcertado nadie estaba con el y sin embargo alguien hablaba.

- ¿Q, q…qui…en es?- dijo Paulo con un hilo de voz, parecía que nada salía de su garganta.

- ¿Como que quien? ¿Es que no me vez Paulo?, pues si es que no me ves es porque debes estar ciego pues yo estoy aquí y te estoy mirando, entonces tu también debes estar aquí ¿no?- dijo la voz misteriosas desde algún lado.

- ¿eh?

- Amigo, eres mas tonto de lo que pensaba, en esta habitación estas tu y tu sombra partida en 4, entonces si hay tu y esas 3 otras cosas no están hablando queda solo una opción y aquí estoy.

- ¿eh?- dijo Paulo, a Paulo nunca le gusto mucho eso de hablar- ¿es mi sombra la que habla?

- ¡Bravo!

- ¿Cómo puede ser?

- Obviamente, Paulo, compañero sabes poco de la vida y de las sombras como todos los hombres, ¿crees que estamos allí de adorno? Pues no, vivimos mientras tu vivas claro, y hablamos también siempre y cuando tu no lo haces claro esta, pero nunca nadie quiere escucharnos, creo que ustedes le dicen a nuestra voz “conciencia” o algo parecido…en fin ¿Qué hacemos ahora? Supongo que no nos quedaremos aquí toda la eternidad, habrá algo interesante que hacer allá afuera ¿no crees?-Paulo pensó que su sombra hablaba mucho porque tenia la voz todo el tiempo para el.

- Vamos entonces compañero- dijo la sombra, y Paulo obedeció, camino a la negra puerta por el oscuro pasillo corto y giro el pomo dorado, afuera estaba igual que antes, oscuro y frío. Camino a la derecha y giro la brillante esfera, la puerta cedió al instante, un camino blanco comenzaba justo allí, Paulo comenzó a caminar, cerro la puerta tras el, miro a su alrededor, era un paisaje de cuentos, estaba parado sobre un largo piano, en realidad sobre las teclas de uno, no había nada por ninguna parte solo nubes lejanas y esponjosas, el cielo parecía de atardecer, se acerco al borde del teclado para mirar abajo, el gran camino de piano flotaba en el cielo y allá abajo había un verde prado. Al caminar un sonido distinto salía de cada tecla y avanzando se hacia una tenue y agradable melodía, mas adelante el camino giraba, subía y bajaba y era lo bastante largo para no saber donde terminaría.

- Yo tengo hambre, deberías comerte esa naranja que tienes ahí- Paulo había olvidado la naranja de nuevo, y a voz de su sombra, recordó que tenia hambre también. Paulo siempre olvidaba cosas importantes, se sentó en una de las teclas negras que sobresalían de las demás, comió 4 gajos mas, el camino se veía largo y nunca se sabe cuando se acordaría que tenia hambre otra vez, aun tenia sueño, bostezaba continuamente, los ojos se le cerraban, se quedaría dormido otra vez y no podía hacer nada. Lentamente su cuerpo resbalo y recostado entre dos teclas negras se durmió…

- No otra vez…ou…- escucho la voz fastidiada de su sombra muy cerca de su oreja.

Algo tibio y gelatinoso le tocaba la nariz, era agradablemente molesto…

- ¿debería despertar ya?-dijo una voz aguda como de niño pequeño. Paulo no entendía porque nadie lo dejaba dormir en paz, el disfrutaba tanto dormir y nadie lo comprendía, pobre de Paulo.

- Es que en su familia son todos así-dijo su propia voz cerca de su oreja-duermen sin parar y sin descanso…

- Ohm-dijo la otra voz, la cosa extraña que le tocaba la nariz se sentía como meter la punta del dedo en agua tibia.

Paulo abrió los ojos y vio una cosa negra enfrente de el, se sobresalto y se levanto rápidamente, un poco aturdido. La cosa negra parecía un niño pequeño, mas bien la silueta de algo que parecía uno, unas cosas negras se desprendían de el de vez en cuando, en la cabeza donde debían estar los ojos habían dos agujeros que daban al otro lado, el cosa-niño-negro parecía haber olvidado que estaba con Paulo pues corría dando saltitos de aquí para allá haciendo una alegre melodía y reía como un bebe cuando una nota desafinaba, donde debía estar la boca había un agujero que se abría cuando el niñito reía. Pulo lo observo durante unos minutos sin decir, a Paulo que era de pocas palabras, no le gustaba iniciar conversaciones.

- ¡ven! ¡vamos!-dijo riendo el niño-cosa-negra y corrió dando saltitos derecho hacia delante, Paulo se quedo quieto.

- Yo creo, que deberías moverte, yo quiero ir allá pero si no te mueves no puedo además…

- Hablas mucho- le interrumpió Paulo que comenzó a correr detrás del niño-cosa-negra, hacían muchas extrañas melodías en el aire.

- ¿y quien eres?-le dijo la cosa negra a Paulo, pero antes de que alcanzara a contestar el niñito siguió hablando-yo soy una sombra, era de un niño que se perdió en el mercado y yo también me perdí, no se como llegue aquí- de vez en cuando soltaba risitas de bebe que resonaban en el cielo y hacían juego con las extrañas melodías de sus pies-¿Cómo te llamas?

- Paulo- dijo con voz agitada de tanto correr- ¿y tu? Ahhhhhh!- Paulo había dejado de correr, pues caía por el cielo, arriba se veía el final del camino, y arriba de el, la cabeza asomada de niño perdido

- YO ME LLAMO HANNGRELL!- gritó

Antes de que Paulo reaccionara ya estaba rebotando en el suelo, el piso era suave y blando como un colchón, se quedo quieto, muy cómodo en el verde pasto de la colina.

- no fue tan malo como pensé- dijo su sombra detrás de el. Paulo miro su reloj, eran las 4:17 AM.

Detras de La escalera (cap. I )

Author: Gen ~ /

I. La casa del Abuelo


Paulo había cumplido 8 años hace poco, las vacaciones ya habían comenzado y a falta de un mejor panorama las pasaría con su abuelo en su casa…

El día que bajo del taxi que sus padres habían pagado para que lo llevara al viejo, apartado y olvidado pueblo en el que vivía su abuelo, se dio cuenta de que prometían ser las peores vacaciones que jamás recordaría.

La casa estaba tal cual la recordaba, no parecía grande mirándola desde afuera, estaba vieja y desarreglada, hasta en un día soleado uno esperaba que una negra nube de tormenta la coronara, era tenebrosa, por dentro era totalmente extraña, el primer piso solo tenia 2 habitaciones, una que servia de estar era pequeña tenia muchos muebles repletos de figurines y elefantes de loza que obviamente no se limpiaban desde que la abuela, 7 años atrás, había abandonado al gruñón abuelo de Paulo por un joven rubio y musculoso, habían también unos sillones de tela rosado lleno de estampados extraños, la segunda pieza no era mejor había un baño pequeño, un montón de cajas cerradas y amontonadas que poseían infinidad de libros polvorientos, diarios viejos, una ventana sucia y la escalera.

A Paulo le desagradaba tanto llegar a la casa, olía a tabaco y polvo igual que el abuelo que cada vez estaba mas encorvado y arrugado. El abuelo lo esperaba en la puerta con un chaleco de lana totalmente inapropiado para el hermoso día que hacia, unos shorts a rayas y pantuflas. Cruzaron las salas u subieron al 2º piso, que era considerablemente más habitable. Era extraño que siendo el primer piso tan pequeño, este, el piso que se usaba, tuviera dimensiones tan excesivas, Paulo pensó que las casas ya sabían donde debían de ser usadas y por eso se extendían. Era un gran pasillo que tenía 12 habitaciones, seis a cada lado y que hacían de casa, estaba la cocina, el baño, el dormitorio, el comedor y todo lo que se necesita para tener una casa además de algunas piezas totalmente vacías.

La primera semana de estadía fue tranquila, el abuelo lo llevaba todos los días al añejo negocio de enfrente a comprar tabaco, galletas, pan y whiskey, en la segunda semana le ayudo a asear todas las piezas de la casa, la tercera a arreglar el jardín, allí se dio cuenta de que la casa estaba construida justo contra un cerro y el segundo piso entero estaba sobre el. Fue la cuarta semana que llego la desesperación, al abuelo parecía habérsele terminado las actividades y pasaba todo el día fumando pipa, leyendo el diario o viendo televisión mientras Paulo se aburría en la habitación que algún día en el pasado habría pertenecido a su padre. Una noche Paulo despertó sobresaltado y sudando, creía haber tenido una pesadilla pero no recordaba, se levanto y fue hacia el baño se lavo la cara para limpiar el sudor y sus tripas resonaron, miro su reloj de pulsera, eran las 2:03 AM, tenia hambre, se encamino a la cocina, en la habitación que hacia de living el abuelo se había dormido, otra vez, en el sillón con la televisión encendida, Paulo la apago y cubrió al abuelo con una manta, en la cocina cogió una naranja y salio, el piso era viejo y las tablas sobresalían, Paulo tropezó y la naranja salto de sus manos rodó por el pasillo y bajo la escalera, abajo se escucho un estruendo.

Bajo con cuidado las escaleras, había una oscuridad a medias, la luz se colaba por la ventana sucia y chocaba contra las cajas y montones de papeles creando figuras inexplicables, Paulo prendió la luz a loas pies de la escalera. Había caído una pila de khas levantando una nube de polvo que tardo en disiparse, había libros esparcidos por todas partes.

Paulo buscó la naranja con la mirada, no la encontró, movió las cajas y nada, entonces una brisa le llegó en la nuca, por el lado izquierdo de la sala que estaba repleta de más pilas de diario y cajas, en la pared de la escalera había una abertura oscura, Paulo se abrió camino, en el suelo al lado de la escalera estaba la naranja llena de polvo, la tomo y puso su atención en lo que se había abierto, una puerta pequeña que se camuflaba muy bien con las líneas que adornaban el lado de la escalera, la abrió esperando un armario y lo que descubrió fue totalmente inesperado.

Un pasillo de piedra de longitud desconocida comenzaba allí, una brisa helada le llegaba desde dentro. El tétrico pasillo estaba casi inmerso en la oscuridad y casi porque cada varios metros había una especia de antorcha o lámpara que iluminaba, sin pensarlo Paulo entro, apretando fuerte la naranja, cerro la puerta tras el, seguro que por la brisa al abuelo le vendría un dolor de cuello insoportable, apenas cerró, de la puerta callo una llave dorada y brillante, Paulo pensó que podría servirle cuando quisiera volver, la tomo y la guardo en el pantalón del pijama.

Camino durante un rato y el paisaje no cambiaba, Paulo pensó que el abuelo podría meter todas las cajas que tenia aquí, y se ahorraría mucho polvo que limpiar el próximo año, hacia frío y tenia hambre, se le había olvidado completamente que tenia hambre, peló la naranja sin dejar de andar y comió solo 4gajos, seguro que si era un viaje largo después le daría hambre de nuevo, y si no tenia nada para comer tendría que volver y no quería volver a aburrirse, el nunca fue un niño activo pero se aburría con facilidad, le gustaba descubrir, la curiosidad de un niño siempre es mas grande que el hambre y el frío.

Camino mucho rato, casi una hora calculo, a Paulo siempre le gusto contar las horas y los minutos de todo, estaba cansado y el sueño venia tras de el, estaba por abandonar cuando por fin algo diferente se veía, llegaba al final del pasillo y allá había algo más…

Faltaba poco para terminar el pasillo y trataba de adivinar que habría después, miraba pero el sueño y el cansancio hacían que no comprendiera nada, y llegó y observó, era un gran living antiguo como de castillo, con una gran chimenea, grandes sillones, dos ventanales cada uno a un costado, dos grandes escaleras y grandes retratos colgados en las paredes de gente narigona y bigotuda sin importar si era mujer u hombre el retratado. Sobre la chimenea había un retrato especialmente grande de un hombre mucho mas narigón que el resto, sostenía una gran copa de oro y observaba con ojos negros y opacos. Se acerco a uno de los ventanales, al otro lado se veía un paisaje de cuentos, había una colina verde un cielo de atardecer con nubes blancas y esponjosas, un monumento a un ángel de alas abiertas un banquito de plaza y un gran árbol seco. Desde el otro ventanal se veía solo una pared de ladrillos rojos, decepcionante. Entonces aburrió de esta aburrida habitación camino hasta la escalera de la izquierda del salón, estaba del lado del ángel, debía de tener algo más prometedor. Subió los grandes escalones de piedra y se encontró en un pasillo curvo con puertas, camino, eran tres puertas y el pasillo concluía en la escalera del otro lado del salón aburrido. Miro las puertas, eran idénticas, las tres de madera oscura y un pomo brillante dorado. Escogió la del medio, llamó, nada sucedió, entonces la abrió, un pasillo corto y después una pieza blanca, totalmente iluminada, por donde mirara veía a su sombra, giro muchas veces aturdido por el brillo de la pieza, se mareo y se sentó en el suelo, dejo la naranja a un lado apoyo la cabeza en la blanca pared miro todas sus sombras sentadas en todas las paredes que parecían mas bien espejos, cerro los ojos y sin alcanzar a darse cuenta de lo que pasaba, se durmió.


El Club del Suicidio (parte 6)

Author: Gen ~ /

Hasta el momento no habiamos afrontado ninguna de las murtes de cerca, claro lo sentiamos, pero no así. Las clases se pararon al día siguiente, el funeral fue al atardecer, su madre nos pidió que hablaramos pero ninguna fue capaz, Tamy lloraba como una magdalena y se notaba que habia llorado la noche entera tambien, Gaby se veia preocupada pero indiferente, yo simplemente no entendia nada de nada.

¿ Porqué Gaby actuaba asi?¿Como habia cambiado tanto la Tamy en un ato? ¿Y como es que jos se habia...como esque habia hecho esa estupidez? si siempre fue la mas cuerda entre nosotras.
El cortejo duró alrededor de una hora, la hora mas larga de mi vida. Habló su padre, su abuela, un par de amigos, finalmente el director del liceo hizo entrega de la Licencia de 4º Medio, que daba cuenta de lo joven que era y de lo que le faltaba por vivir.

Lloraba como nunca antes, estaba desesperada, en ese momento comenze a pensar que no mereciamos vivir sin ella, sentia una voz en la cabeza, una voz ajena a mi...
"Ella lo hizo por ustedes...porque las amaba, aun las ama...todo por ustedes..."
Gen...Gen

- ah?
- Gen, te llaman ven...
- Joselin dejó esto encima de su cama, lo encontre aller, tiene tu nombre...

La recibí, era una carta escrita en papel de cuaderno...

"Gen: Si lees esta carta es porque ya todo está hecho, disculpame de verdad, pero no se que hizo conmigo, no me siento yo misma desde que ella comenzó a hablarme, en este momento pienso que me falta mucho por vivir, pero no tengo deseos de existir, solo quiero desaparecer, no se que hacer, no quiero hacer una estupidez pero no puedo parar, me está obligando, dice que si las amo tanto como digo, tengo que hacerlo, y yo de verdad las amo...es por eso...

Porfavor cuidate y no dejes que haga nada contigo, cuidate de la gaby, actua muy raro...
Cuida a las chicas, habla con la gaby dile que no lo haga más...

De verdad no quisiera seguir, pero no depende de mi...

Te amo amiga
atte Jos"

Al día siguiente nos juntamos para conversar, el liceo habia suspendido actividades solo para el alumnado como luto, pero seguia abierto, pasabamos por alli en ese momento

- Voy al baño- dijo Tamy, y entró

- Ya se que fuiste tu...-dije a Gaby
- Era lo mejor
- No, claro que no
- Nunca hemos tenido nada que hacer aqui Gen...solo usabamos el espacio de alguien más...
- Estás cagada de la cabeza...mira lo que hiciste...causaste mas dolor del que pretendias curar
- Si...eso creo, pero...está dando resultados no? Yo las amo, por eso no quiero que sufran, prefiero que sufran los demas...era mejor ahora...que eramos felices...

Tammy demoraba mucho en el baño asi que entre a buscarla, gaby me seguia de cerca y me repetia
- Ella decide su destino Gen, no interfieras
- Cállate mierda...

Corri hasta el baño del Suicidio...estaba cerrado. Gaby habia dejado de seguirme. Corrí de vuelta hasta el subterraneo, por el pasillo hasta la sala. Tamy estaba en el suelo, sujetaba un cuchillo grande en la mano, en el suelo una poza de sangre resonaba con mis pasos la tomé en mis brazos. No se si aún vivia, pero sus ojos estaban fijos en los míos. La deje suavemente en el suelo, la cabeza me daba vueltas, queria vomitar, la ira recorria mis venas.

- Solo faltamos nosotras Gen, no demores mucho- Gaby habló desde un rincon, tambien se cortaba con una hoja de afeitar, la sangre le empapaba la ropa y goteaba hasta el suelo...

Yo no sabia que hacer estaba desesperada, mi corazon latia al cien, me costaba respirar, lloraba por chorros, me dolía todo, me sentía trastornada, queria gritar pero no podia, me tomaba la cabeza...todo me daba vueltas...

"ellas te amaban...acompañalas..sin ellas tu vida no es nada...si te quedas tu tendras la culpa y no sera justo con ellas...hazlo..hazlo ahora" retumbaba en mi cabeza la voz de un extraño.

Mire al rededor desesperada, no se que queria encontrar, encima de la mesa del frente de la sala, donde se habia recostado la niña de cabellos negros, habia una botella llena de liquido sin etiqueta, caminé hasta ella tambaleandome. A su lado una nota, con la letra minuscula y apretada de Gaby

"Te quiero amiga, no sabes cuanto...si de verdad nos amas tanto como dices, acompañanos...
Bebeme"

Un impulso vino a mi, una furia tremenda, pensé en romper la botella, en gritar y correr, pero cuando la tuve en mis manos, solo atiné a abrirla y beberla descontroladamente, me caia por la boca y me empapaba el pecho. Comenzó a arder de a poco, primero la boca, la garganta, el estomago, todo dió vueltas una vez más y cai al suelo. De pronto, sin que pudiera pensar en nada...todo se volvió negro.

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Dice el refrán "La curiosidad mató al gato", en este caso nos mato a todas...


Fin











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Dedicado a mis amigas del alma... En especial a Gaby por darme la idea de matarlas a todas...

El club del suicidio (parte 5)

Author: Gen ~ /

Despues de un par de semanas, la comunicación entre nosotras era casi nula, seguiamos juntandonos en el patio para el recreo, pero, el ambiente entre nosotras y en el liceo en general, estaba tenso.

Habian muerto ya 14 niñas en el ultimo mes, el baño del ultimo pasillo del primer piso estaba totalmente clausurado, y a diario acudian a el medicos forenses, investigadores, carabineros, y alumnas para recordar a sus amigas idas, habian mensajes en la puerta y las paredes de afuera. Todo el dia se escuchaban sollozos desde las salas y los otros baños, el silencio reinaba todo...era desesperante. Con tamy, conversabamos en privado, casi siempre ya, nos juntabamos despues de clase, segun nuestra cuenta, debian de quedar 3 niñas en el club, gaby, jos, y la de pelo naranjo ... que suponiamos era "Ella", y que por logica seria la ultima en "partir" como habiamos denominado a los suicidios.

Un dia Jos quizo salir a tomar una cerveza, para relajarnos un poco y olvidarnos de todo. Nos juntamos donde siempre, y fuimos a un bar, nos sentamos y comenzamos a beber, pronto la confianza habia vuelto y reiamos como antes. En un descuido yo hice caer un vaso sobre Jos que se empapo toda la polera, entonces la acompañe al baño a secarse. Ella se saco la polera de espaldas a mi, se secaba con confort, muy cuidadosamente para mi gusto, supongo que aun tenia un poco delicada la herida, yo revisaba mi bolso, una moneda se me cayo y me agache a levantarla, rodo hasta abajo del lavamanos, la levante y quede de frente al estomago de Jos...En el una herida brillante nueva, mostraba una fecha...la fecha era de mañana.

- Que chucha...- dije...
- Nada...no te preocupes...es solo para seguirle la corriente...de verdad no voy a hacer nada...es todo por la gaby, ella esta mal, quiero ayudarla...- dijo Jos
- Porfavor...no hagas una estupidez...te quiero mucho...porfavor...te lo pido- dije yo al borde del llanto. Se puso el chaleco que traia, y guardo la polera empapada en el bolso. Volvimos en silencio a la mesa. Despues de un rato y un par de cervezas, Jos dijo:

- Tamy...tengo que hablar contigo...- Y tamy fue. Demoraron poco rato. Cuando volvieron nos fuimos. Nos separamos, camine un rato de pronto mi celular sono, era tamy.

- ¿Estas muy lejos?
- No...porque
- Tengo que hablar contigo
- Bueno juntemonos...

Nos encontramos pronto, entonces ella...agitada me dijo

- Quiere que vaya...quiere que vaya con ella
- ¿Quien...a que?
- La Jos...quiere que vaya con ella, a esa cosa...me da miedo como esta...nunca tuvo problemas ni se vio afligida, ¿Viste como esta ahora? Esta pa la caga...y la Gaby ni parecido, parece que no le importa nada...de verdad estoy preocupada...que hago....
- Mierda...mmm no se...la Jos tiene una fecha en el estomago...y es de mañana...
- Mierda...entonces voy...asi no dejo que se haga nada...
- Pero...y si...te cagan la mente a ti tambien...
- Ja....no...si yo estoy bien....
- Mmm, anda...yo voy tambien y me quedo afuera...si algo pasa...me meto ya?
- Bueno

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" Nueva Muerte en Liceo de Niñas. Esta vez fue una joven de 15 años, murio como muchas otras a causa de sobredosis. La investigacion aun esta en pie, pero nada revela las causas generales de la ola de suicidios que se han llevado a cabo. Ella fue encontrada tambien en el baño del primer piso, que se encontraba clausurado, las autoridades estan considerando la opcion de terminar el año escolar esta misma semana"

- En que nos metimos...

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Al otro dia, nuevamente no nos encontramos en el dia. Pero un llamado de Tamy me informo de la hora y el lugar.

En la tarde, llegue puntual, camine a la esquina contraria a la entrada del liceo y espere, despues de un rato entro gaby, jos, y mas tarde tamy, que me miro desde lejos y entro. Espere unos minutos y entre tambien. Pero en el pasillo una inspectora me paro.

- A donde va mijita
- Eh...se me quedo algo en la mañana. Creo que en la sala- dije apresuradamente
- bueno, en que sala esta...yo la acompaño
- No, no esque no estoy segura de que fuese alli, puede haber sido en la biblioteca o en el subterraneo en la sala de musica
- Bueno, pero vamos yo la acompaño...no la puedo dejar sola por aqui considerando las circunstancias no cree
- Pero señorita si voy y vuelvo- Vieja de mierda...
- No, no, vamos las dos...

" Señorita Yuli, la llaman en inspectoria" Era un auxiliar al otro lado del pasillo. La inspectora me dejo, y fue alli.

Corri, al subterraneo, y por el tunel hasta la sala. Mire por una rendija de la puerta.
Tamy estaba sentada al frente de la sala. Lloraba desconsoladamente. Gaby estaba en un rincon, leyendo, y Jos... Jos no estaba...

Entre, bruscamente armando un gran ruido.

Tamy levanto la vista se levanto y corrio a abrazarme, en la muñeca le sangraba una herida con la inscripcion CS.

- Donde esta Jos?- Nadie contesto
- Gaby! Donde esta la Jos!?
- Dijo que se sentia mal y se fue...- dijo tranquilamente y siguio con su lectura
- Gen! No se que pasa...me siento terrible...nunca debi existir...solo hago mal al mundo...todo es mi culpa- decia tamy llorando en mi hombro
- No...no pasa nada...tranquila...
- Gaby....que mierda pasa...anda a buscar a la Jos...no vaya a aser una estupidez...
- Ella, hara lo que le de la gana sabes....cada uno decide su propio destino...
- Vamos mierda, parate de alli....- la agarre de un brazo y la arrastre contra mi, creo que hace semanas que no la veia con paciencia, alli frente a mi la vi. Estaba palida casi transparente, tenia los ojos metidos mucho mas adentro de lo normal, los labios palidos y resecos.

Arrastre a las dos conmigo por el pasillo, por las escaleras y hasta el ultimo pasillo del primer piso.

Llegamos, la puerta estaba forzada y entre abierta, la abri de golpe, ase mas de un mes que no entraba a ese baño, ahora estaba mas oscuro que antes, el aire pesaba sobre mi, mire al rededor, no se veia nada, recorri el pasillo mirando los cubiculos desesperada.
Entonces la encontre, en el ultimo cubiculo estaba jos, en el suelo en posicion fetal, tenia una botella de vodka apretada en la mano, un frasco de pastillas vacio un poco mas alla...mi amiga...mi amiga del alma, ya no existia mas.