Entra en mi mente...

En un mundo lleno de cosas vivas y palpitantes es imposible guardar todos mis pensamientos para mi...

Es por eso que e decidido...compartirlos...

Gracias por leerme, Disfruta.

Atte Initius E. Lucis

Cocain Girls (Capitulo II)

Author: Gen ~ /

Revisión profunda a mi cuerpo y pertenencias, lo normal. Me condujo por pasillos oscuros y grasientos, me recordaban a algun hospital abandonado de alguna pelicula, era una especie de escalofriante tour por mi nueva realidad. A esa hora todas estaban en el gimnasio, me explicó, así que me mostraría el edificio... que más da. No volaba ni una mosca, me mostró las aulas, la biblioteca, el comedor, los baños y piezas y más piezas, todas dobles. Debimos estar media hora recorriendo el lugar, maldito lugar, los unicos lugares rescatables eran la biblioteca, tan grande como el comedor, alfombrada en su totalidad de burdeo, ventanas oscuras, butacas negras y por supueso pasillos y pasillos con estanterias repletas de libros, y la azotea que cumplia la funcion de patio, tenia una vista privilegiada de la ciudad gris que nos guarecia, por lo menos tendria algún lugar donde escapar.

Luego de ese "reconfortante" recorrido, me llevó a mi habitacion, segundo piso, numero 204, puerta negra, pomo dorado.

- Compartirás con Milene, ¿si? - si - tu uniforme está en el closet de tu lado de la pieza ¿si? - si-, debes lavarlo a mano tu solita.- sonrisa burlona, ya la odio- Las luces se apagan a las 22:30, yo misma vigilo los pasillos, todas de pie a las 5:30 am con ropa de deporte en el gimnasio, desayuno a las 7:00 am, uniforme implecable, clases desde las 7:45 hasta las 12:30, sin recreo durante la mañana, almuerzo hasta las 14:45, en el comedor, luego clases hasta las 16:30, y luego la tarde es tuya, dulzura - se regocijaba con nuestras miserables vidas, maldita- ¿Todo claro? - asentí- pues que bueno porque no responderé ninguna pregunta, ahora vistete, para el desayuno.

Y ahi me dejó, la muy...en fin, eran las 6:43 am, entré a mi habitación, habia una ventana que daba a otro edificio tan horrible como este, dos camas, dos mesas de noche, dos escritorios, dos armarios, las paredes eran beige, el piso alfombra azul marino, o quizás solo sucio. El lado de mi compañera lucia muchos dibujos en la pared pegados con cinta de papel, un dibujo en especial destacaba de los demas, en el centro, el retrato, un poco cariturizado, de una joven delgada, cabello corto, negro, desordenado, rasgos finos, piel clara, y ojeras muy oscuras que hacian undir los ojos oscuros, cuello desnudo, y unos garabatos que formaban dos palabras... Cocaine Girl.

Me quede un par de minutos observando la pared atiborrada de ilustraciones, en su escritorio y mesa habian cajas de cigarros, velas de colores, cuadernos y libros, era un desorden agradable para mi, y sospechaba que en un par de semanas mi lado de la pieza, el izquierdo, luciría bastante parecido. Me senté en la cama y froté mi rostro con fuerza, no entendía nada de como sobrevivir en ese espantoso lugar, de hecho hasta me aterraba caminar hasta el comedor, estaba segura de que me perderia al instante, ademas en cualquier momento las demas bajarian, y yo sabia como podian llegar a ser, crueles...muy crueles, lo habia vivido, pero tenía que desayunar, si no queria morir, y tenia que ser valiente. Miré en el armario, y saque mi uniforme, falda escocesa negra y gris y una polera color grafito, de algodon muy gastado, me hacia recordar mis pijamas más favoritos, me desvestí con lentitud, todo estaba muy frío, a mi pesar me senti bastante cómoda en el uniforme, dejé las piernas al descubierto y me puse zapatillas.

Entonces, esperé, no podía salir allí sola necesitaba un empujón...

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